Ángelo Néstore, poeta de origen italiano pero afincado desde hace unos años en Málaga, quizá sea la voz que se alza con más personalidad, estilo y hondura en temas como la identidad sexual, el mundo transgénero, o la masculinidad impuesta. Éstos temas, esenciales para la construcción de nuestro yo-contemporáneo, son tratados, normalmente, desde lo superficial, desde la poesía blanda y fofa. Gracias a Ángelo Néstore, esto ya no es así.
El poeta explora éstos temas en sus únicos dos libros publicados -hasta ahora-: Adán o Nada y Actos impuros. En Adán o Nada podemos ver, desde el propio palíndromo que es el título, las intenciones y directrices que seguirá el autor, pues un palíndromo, al fin y al cabo, es ver algo, las misma cosa, desde dos direcciones posible, del derecho y del revés. El cuerpo y el opreuc.
Sin embargo, en mi opinión, será en Actos impuros donde Ángelo alcance un grado de mayor intensidad expresiva, desnudándose temática y estilísticamente.
En éste libro, ganador del premio Hiperión, podemos ver como el ambiente familiar (la figura del padre, por ejemplo, que ordena al hijo: »sé un hombre». Los clavos de la tradición cristiana) crea esa figura de lo masculino, del »hombre macho», imagen heteropatriarcal que dinamita frustraciones -obviamente- en el poeta. Y si la figura del padre, muy kafkiana, marca a Ángelo, también lo hará la de la madre, pero desde una óptica bastante diferente, la del estupor, la de la incomprensión, a veces cálida y cariñosa, otras, quizá, fría, sin comprender que su hijo quiere ser madre, mujer, »escondo el pene entre las piernas» y es entonces cuando el libro se revela como un diamante de luz pura y sobrevuela el lenguaje y nos recuerda lo que la poesía, como medio expresivo, debería ser siempre: una lámpara clarividente de agua helada.
La Mente Salvaje 
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